En situaciones de estrés sostenido como la que estamos viviendo nuestro sistema nervioso simpático se encuentra sometido a una sobrecarga de trabajo que con el paso de los días se puede traducir en agotamiento, irritabilidad, alteración del sueño, cansancio, …….
Por suerte las personas disponemos de dos excelentes herramientas que pueden ayudar a que nuestro sistema nervioso simpático descanse y se recupere.
La primera herramienta es la respiración diafragmática que permite que nuestro cuerpo se oxigene de forma adecuada y funcione mejor. Para conseguir re-aprender este tipo de respiración (y digo re-aprender porque realmente cuando nacemos ésta es la respiración que conocemos y usamos) haremos lo siguiente: Nos tumbaremos y colocaremos una mano sobre el abdomen y otra sobre el tórax, cerraremos los ojos e imaginaremos que nuestro abdomen es un globo que queremos inflar y desinflar notando como la mano que tenemos colocada sobre el abdomen va marcando la respiración. Una vez que logramos tener este tipo de respiración colocamos los brazos a los lados del cuerpo, hacemos un recorrido mental por nuestro cuerpo para saber como estamos en ese momento y comenzamos a meter el aire por la nariz y a soltar por la boca sintiendo como el abdomen sube y baja; cuando comencemos a notar el efecto positivo de la respiración imaginaremos que ese aire que entra por nuestra nariz está cargado de calma y de tranquilidad mientras que le aire que sale por la boca lleva con él toda la tensión y malestar que teníamos; iremos repitiendo mentalmente la idea de introduzco calma, expulso tensión; en este momento del ejercicio esa expulsión de tensión podemos acompañarla de una sonrisa en nuestra boca. Podemos usar una música relajante como acompañamiento durante el ejercicio (Yiruma: Rivers Flows In You, es una de mis preferidas o Feather de la película Forrest Gump). Una vez que vayamos dominando la respiración diafragmática podremos utilizarla en cualquier situación y en cualquier posición. Te animo a dedicar 10 minutos al día praa practicar este ejercicio y adquirir así esta nueva capacidad y habilidad.
La segunda herramienta es la relajación: Todas las personas poseemos dos sistemas nerviosos; uno es el simpático que activa y otro es el parasimpático que relaja. El siguiente ejercicio busca poner en funcionamiento y entrenar nuestro sistema nervioso parasimpático; este entrenamiento nos permitirá lograr que al dar la orden de relajar nuestro sistema nervioso parasimpátco responda con mayor rapidez y eficacia. Para realizar este ejercicio busca un lugar cómodo y silencioso, pon una música suave, baja ligeramente la luz y cierra los ojos. Lo que irás haciendo es ir recorriendo tu cuerpo. Primeo tus manos y tus brazos notando como algo va tirando de ellos hacia abajo, como algo pesado pero suave se posa sobre ellos y los hace cae: a continuación tus hombros y tu cuello comenzarán también a pesar como si tus brazos tiraran de ellos hacia abajo, como si tu cuello perdiera fuerza; simplemente déjalos caer. Seguiremos con la cabeza y la cara que se hundirá en el sofá o la almohada como si fuera una suave nube de algodón; notarás como tus párpados pesan, como tu lengua se hunde en tu boca. Déjate llevar por la pesadez. Abandónate a esa sensación. Pasarás a tu tórax, tu abdomen y tu espalda y sentirás como se hunde, parece que está sobre una nube de algodón. Por último centraremos la atención en las piernas y pies y sentiremos como se vuelven pesadas, parecerá que algo suave y pesado está sobre ellas y las hace caer. Una vez recorrido todo el cuerpo imaginaremos que nuestro cuerpo es como el de una marioneta, una marioneta a la que han cortado los hilos y que sin hilos no se puede mover, déjate llevar, déjate ser marioneta. Mientras eres esa marioneta imagina ese lugar especial; esa playa, esa montaña, ese atardecer, ese río, ese valle, ese cuadro que te relaja, que te calma. Una vez finalizado el ejercicio irás poco a poco moviendo tu cuerpo y parpadeando; la sensación de pesadez desaparecerá pero continuarás tranquilo y relajado. Te animo a practicar este ejercicio todos los días, durante 15-20 minutos para desarrollar tu sistema nervioso parasimpático.
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